Nuestros hábitos han cambiado y las rutinas de limpieza en espacios cerrados (viviendas) y lugares de tránsito como hospitales, hoteles, comercios…también. Para asegurar la higiene adecuada y evitar la propagación de bacterias o factores infecciosos.
La limpieza y mantenimiento de las superficies de melamina, tanto puertas como mobiliario, es mucho más simple y requiere menos esfuerzo a diferencia que la que se necesita para otros materiales, como por ejemplo, la madera. Gracias a la composición cerrada de su superficie se vuelve uno de los elementos más higiénicos además de resistentes al procedimiento de limpieza, así como a la fricción y el desgaste.
Para conservar las estructuras de melamina limpias de forma provisional se suele utilizar un paño seco (microfibra o poliseda) para retirar el polvo. Lo más recomendable en estos tiempos, es marcarse una rutina de limpieza semanal o diaria (según el caso), para ayudar a la conservación y desinfección del mobiliario y superficies de todos los espacios públicos.
¿Cómo se deben limpiar las superficies de melamina?
- Limpieza en seco: como ya hemos comentado, para los muebles con polvo se debe utilizar un trapo seco. Con esta limpieza, eliminamos los restos de las superficies y todas las partículas exteriores de suciedad; proceso que prepara las superficies para el enjuague.
- Enjuague: para superficies medianamente sucias y manchadas, usaremos un trapo humedecido, así conseguiremos remover las pequeñas partículas que no fueron retiradas en la etapa de limpieza en seco. Este proceso será efectivo si antes aplicamos algún producto, como por ejemplo, detergentes que ayudarán a soltar la suciedad y las películas bacterianas manteniéndolas en solución o suspensión.
- Desinfección: para superficies descuidadas o abandonadas que necesitamos reutilizar, ya limpias con los pasos anteriores, deben ser desinfectadas para así eliminar o por lo menos disminuir la cantidad de bacterias patógenas resistentes.
La desinfección, es esencial para este proceso, en las superficies que han estado demasiado expuestas a la suciedad y contaminación, se debe utilizar desinfectante. Puedes comprarlo o preparar uno casero, la fórmula desinfectante casera se crea mezclando una cuchara de Cloro (Lejía, Lavandina, etc.) en un litro de agua. Se aplica esta mezcla con un paño humedecido en todas las áreas de uso frecuente o altamente contaminadas como: escritorios, mesas, puertas, manillas, etc.
Esta solución ademas de desinfectar matando la mayoría de bacterias, ayudará previniendo la aparición de moho u hongos. No olvides al final secar muy bien el área con un paño limpio y seco.
¿Qué productos no se deben usar?
- Evita los productos de usos múltiples y/o fuertes como gasolina y disolventes de pintura.
- Evita esponjas abrasivas metálicas o objetos punzantes que rayen las superficies.
- No emplees ceras o siliconas, sobretodo en muebles de cocina porque aparte de ser productos que pueden ser tóxicos al ingerirlos engrasarán tu mueble.
- Si te encuentras ante manchas difíciles de eliminar,te ayudará el uso de «Thinner», es un disolvente que se encuentra en las ferreterías para diluir esmaltes sintéticos y barnices.
- Parte de la información extraída de: hammermelamine.blogspot.com
